Por Cristina Muñoz, asesora técnica del programa MinSus, de la GIZ
Octubre 2023
Columna de reflexión
Entre el 10 y 12 de octubre, Santiago de Chile fue sede del VIII Foro Regional sobre Empresas y Derechos Humanos para América Latina y el Caribe (ALyC). Bajo el lema “Tendiendo puentes entre las empresas, los derechos humanos y el derecho a un medio ambiente sano”, el evento reunió a gobiernos, empresas, la sociedad civil, pueblos indígenas, organizaciones de trabajadores y organismos internacionales.
El Foro fue organizado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en colaboración con la OCDE, la Organización Internacional del Trabajo y con el apoyo de la Unión Europea a través del Proyecto Conducta Empresarial Responsable en América Latina y el Caribe (CERALC).
En esta, su octava edición, el foro puso en marcha una nueva metodología que fomentó la participación del público, permitiendo acoger los desafíos e impresiones de un mayor número de personas, sectores y realidades en materia de impactos de derechos humanos en contextos empresariales.
Bajo el telón de fondo de la triple crisis planetaria del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, y la urgencia de hacer frente a sus impactos, el evento se articuló principalmente entorno a:
Los eventos de la semana contaron con una amplia participación de representantes de pueblos indígenas y tribales de la región, con demandas claras en torno a la implementación efectiva de la consulta previa, libre e informada; la ratificación del Acuerdo de Escazú; el desarrollo e implementación efectiva de mecanismos de reparación; la devolución de tierras y su participación en los Planes Nacionales de Acción de Empresas y Derechos Humanos y los proyectos de desarrollo.
El Foro hizo un llamado al desarrollo de un diálogo multiactor, cada vez más profundo, más auténtico y simétrico entre los actores. Para eso se requiere una mayor presencia activa de empresas, inversionistas y Estado, especialmente de los gobiernos subnacionales, provinciales y locales.
Aunque en materia de empresas y derechos humanos existen mensajes en ocasiones irreconciliables entre actores, también se van consolidando consensos generales sobre los que se puede construir, especialmente en relación a la insuficiencia de las medidas voluntarias de debida diligencia para garantizar la rendición de cuentas de parte de las empresas. El Foro y la semana de eventos dejan mensajes esperanzadores y ahora toca llevar la intención a la acción y la práctica.
Puede revisar más detalles del Foro en el reciente video subido por el CERALC.