El sector minero en los países andinos tiene el potencial de contribuir al crecimiento económico y social y al gran impulso ambiental en pos de un desarrollo sustentable y en línea con las grandes exigencias que impone la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
A los aspectos positivos del sector se contraponen graves daños ambientales, enormes costos económicos e impactos sociales, especialmente en términos de conflictos socioambientales vinculados con la minería. Riesgos de tipo climático y ambiental están impulsando una transición global hacia una producción energética y una movilidad más limpia, lo cual impulsa al alza la extracción de recursos naturales. Para los desarrollos tecnológicos asociados a la descarbonización se continuarán requiriendo grandes cantidades de minerales y metales, muchos de los cuales, como el litio y el cobre, se encuentran ampliamente presentes en los países andinos generando importantes desafíos y oportunidades para estos países. Por el lado de la demanda, preocupa de forma creciente a los países consumidores de materias primas el desarrollo y certificación de cadenas de suministro sostenibles que respeten los derechos humanos y el medio ambiente en toda su extensión. En este contexto, la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se articulan como un lenguaje y una mirada común entre todos los actores involucrados en las cadenas de suministro de recursos minerales para avanzar hacia soluciones innovadoras para una minería más sostenible.
Por esta razón el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) encargó el proyecto “Cooperación Regional para la gestión sustentable de los recursos mineros en los países andinos” (MinSus) con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de las Naciones Unidas como contraparte regional. Aparte de la CEPAL, los organismos ejecutores incluyen a la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) y el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales (BGR).