Ha sido un aƱo tumultuoso para el sector minero de AmĆ©rica Latina y el Caribe. Como resultado de la imposición de medidas de cuarentena en China, Europa y los Estados Unidos para controlar la propagación del Coronavirus, la demanda y los precios de los metales bĆ”sicos han sufrido importantes caĆdas. Los problemas del sector se han exacerbado debido a las interrupciones en las operaciones. Dado que AmĆ©rica Latina es una de las regiones mĆ”s afectadas por la pandemia, los gobiernos y las operaciones mineras se han apresurado a cerrar proyectos y regiones donde se han registrado brotes. Si bien los precios han repuntado a medida que los gobiernos de todo el mundo han aprobado paquetes de estĆmulo económico para mitigar los impactos de la pandemia, las perspectivas del sector son inciertas y estĆ”n estrechamente vinculadas con la gestión y control de los nuevos brotes en los paĆses productores y consumidores.
En el otro extremo de la cadena de suministro de minerales, la pandemia tambiĆ©n ha causado estragos en el sector de la fabricación de productos finales. La demanda de automóviles, por ejemplo, se ha desplomado y, aunque las fĆ”bricas de automóviles han reanudado la producción en gran parte de Europa, la cadena de suministro sigue alterada. El modelo de producción costo competitivo ājusto a tiempoĀ», con numerosos proveedores repartidos por todo el mundo, se ha convertido en una desventaja. Los proveedores mĆ”s pequeƱos han quebrado y estĆ”n expuestos a cierres en los paĆses donde operan. Es probable que tarde meses hasta que la cadena de suministro, que implica aproximadamente 30.000 componentes individuales del automóvil, sea funcional de nuevo.
La retórica polĆtica para reducir las dependencias comerciales de las industrias crĆticas ha aumentado, debido a que los paĆses se han esforzado por asegurar los suministros mĆ©dicos y los equipos de protección de su población. La guerra comercial entre las dos economĆas mundiales mĆ”s grandes estĆ” arrojando mayor incertidumbre sobre si el mundo volverĆ” al sistema anterior al COVID caracterizado por la liberalización y el libre comercio. Estos factores polĆticos acelerarĆ”n la tendencia a la integración vertical y a la relocalización o Ā«reshoringĀ» de las cadenas de suministro que se ha observado en los Ćŗltimos aƱos, ya que la automatización de los procesos industriales erosiona la ventaja competitiva de la mano de obra barata.
Dentro de las cadenas de suministro de minerales, en la Unión Europea, los Estados Unidos y Japón se ha prestado especial atención a los minerales de importancia estratĆ©gica para las respectivas economĆas con altos riesgos de suministro. Muchos de estos minerales son insumos clave para impulsar la transición energĆ©tica necesaria para hacer frente a la segunda crisis que enfrenta el mundo: el cambio climĆ”tico. La actual pandemia supone una advertencia sobre el cambio climĆ”tico. Aunque los defensores de la salud advirtieron durante aƱos que una pandemia era inevitable, el mundo no hizo lo suficiente para prepararse y ahora estĆ” luchando para recuperar el tiempo perdido que ha costado miles de vidas humanas. Aparte de los componentes Ā«verdesĀ» de los paquetes de estĆmulo económico anunciados por los gobiernos para hacer frente a ambas crisis, las grandes finanzas son el nuevo aliado en la lucha contra el cambio climĆ”tico. Inversionistas como BlackRock estĆ”n impulsando a las empresas a tomar medidas sobre las emisiones y a comprometerse a travĆ©s de sus cadenas de suministro para reducir los riesgos de los activos de emisiones de carbono.
Dado que paĆses de AmĆ©rica Latina y el Caribe como Chile, Colombia, el Ecuador y el PerĆŗ estĆ”n depositando grandes esperanzas en que el sector minero contribuya a impulsar la recuperación posterior a la pandemia, es fundamental comprender cómo van a evolucionar las cadenas de suministro a fin de que la región se posicione para suministrar minerales muy necesarios de origen responsable.